miércoles, 30 de septiembre de 2015

La pintora de estrellas


Secretos familiares, amor, celos, traición... La pintora de estrellas es una historia fascinante narrada de forma deliciosa por Amelia Noguera


Resumen

En París encontraron un nuevo hogar...

En 1934 los jóvenes Diego, Elisa y Martín huyen de una España convulsa y al borde de la Guerra Civil y se trasladan a Francia con sus familias para comenzar una nueva vida. Allí Elisa logrará su gran ilusión, ser pintora y formar parte del mágico ambiente de las galerías parisinas, lo que junto al amor incondicional de Diego, consigue hacer de ella una mujer totalmente feliz. Sin embargo, cuando la sombra de la Segunda Guerra Mundial aterriza en París, su idealismo y su pasión por el arte pondrán en peligro su mundo. 

...pero la traición y la barbarie fulminaron sus sueños.

Setenta años después, ya anciano, Diego no se resigna a morir sin conjurar los fantasmas del pasado para que rindan cuenta de sus faltas y le devuelvan la paz a su conciencia. Violeta, su nieta, embarazada y huyendo de su marido, lo acompañará en un viaje a Asturias, la tierra que un día abandonó y a la que nunca tuvo valor de regresar. Un viaje a lo más hondo de su ser, de sus luces y sus sombras, que hará que Violeta se replantee toda su vida.

Amelia Noguera construye una novela lírica y envolvente que habla de la nostalgia, de la esperanza, del dolor, del amor, del exilio y de la memoria en dos épocas distintas, demostrando que las pasiones humanas sobreviven indemnes a los años como pinceladas en un lienzo.


Impresiones

Pocas veces una historia te sacude el alma como lo hace La pintora de estrellas. Narrada con una prosa cuidada y muy elegante, Amelia Noguera nos atrapa desde el primer párrafo. 

Violeta es una joven que desde hace años sufre maltratos tanto físico como psicológico por parte de su pareja. Aunque en un primer momento acepta con cierta normalidad la situación, al quedarse embarazada descubre que le aterroriza la idea de que el bebé pueda sufrir daño alguno por parte de su pareja. Por ello, decide escaparse con su abuelo, lejos de la ciudad, lejos de él. Lo que Violeta no sabe es que esa decisión le cambiará la vida para siempre. Y es que su abuelo Diego tiene algo que desvelarle sobre su pasado, del que ella sabe muy poco. Ambos, se trasladan a Villaviciosa, en Asturias donde aún sigue en pie el palacete azul de la familia, atesorando recuerdos y secretos que irán viendo la luz poco a poco. Violeta era una niña cuando su madre falleció y su abuelo siempre fue muy celoso sobre sus orígenes. Ni quisiera le habló de ese palacete. Pero ahora siente que se le agota el tiempo. Es el momento de que Violeta sepa quien es, y que espera de la vida. 

La historia se desarrolla a través de dos hilos temporales: presente y pasado. A través de los recuerdos de Diego, nos adentramos en la historia de los antepasados de Violeta. 

Eran tiempos convulsos. Pocos los intuían, pero la guerra amenazaba a una España pobre y con demasiadas hienas sedientas de poder. Elisa, Diego y Martín buscan un futuro más prometedor y tranquilo en la capital francesa. Se instalan en una París sofisticada y elegante, donde pronto Elisa brillará con luz propia. 

Diego ama a Elisa con cada poro de su piel. Y Martín, su mejor amigo es testigo de este amor, aunque no le haga precisamente feliz la unión de la pareja. Él tiene sus propios intereses.

Elisa tiene un don para la pintura. Capaz de captar con los pinceles el alma de los retratados, pronto llama la atención de una importante marchante de la época. Su pasión por la pintura le viene por parte de su madre, una mujer de mirada perdida y bondad infinita, a la que la vida trató bastante mal cuando apenas era una niña. 

Pero el destino se guardaba una sorpresa. Y esos jóvenes que han huido de una previsible guerra en su tierra natal se ven envuelto en otra guerra, una a nivel mundial. Francia es ocupada por los nazis, trastocando sus ilusiones. El gris se instala como telón del fondo de la bella ciudad a orillas del Sena y Elisa se ve envuelta en una conspiración dirigida por la Resistencia para engañar a los altos mandos alemanes. 

Pese a los cambios temporales, la trama está muy bien construida y se desarrolla sin posibilidad de que el lector pierda el hilo.  Aunque los mayores secretos se desvelan en las páginas finales, la autora consigue mantener la atención del lector durante toda la novela, dejando intuir pequeños detalles esenciales para comprender el final. Es una novela que va in crescendo. Y su final es de esos que te dejan con la boca abierta durante días. 

Es la primera vez que leía algo de Amelia Noguera y debo confesaros que me ha cautivado su forma de describir las sensaciones. Es como si cobrase corporeidad, se pudiesen tocar. Y llegas a conectar con cada personaje, entiendas o no sus actos. Son personajes cercanos, muy bien definidos psicológicamente. Sin lugar a dudas, de los puntos fuertes de la novela junto con el estilo intimista de la autora y el uso de diálogos interiores muy emotivos en los que Diego nos demuestra esa pasión que aún le quema la piel a pesar de los años. 


¿Te atreves a conocer los secretos que esconde la pintora de estrellas? 

"Creo que las mujeres siempre hemos sido un poco pintoras y nos imaginamos un cielo que queremos poner en uno de esos lienzos que tienes por ahí y, pincelada a pincelada de entrega, de sufrimiento, de trabajo, de ilusión, de renuncia, de alegrías y de amor, sobre todo de amor, de intenso amor, pincelada a pincelada, vamos creándolo un poco cada día. Primero rellenamos el fondo, en azul. Después le añadimos la luna y su reflejo, en plata. Y entonces lo llenamos de estrellas, de millones de estrellas blancas, una por cada beso que damos a los que dependen de algún modo de nosotras, a todos a quienes queremos. Y bajo ese hermoso cielo hecho de nuestras pinceladas, los demás pueden refugiarse cuando llega la noche. Y cada mujer debería poder decidir cómo pintar ese cielo"

sábado, 26 de septiembre de 2015

La biblioteca de Erianod

Con el otoño llegan las primeras lluvias, la suave brisa nocturna, el crujir de las hojas al caminar... Vale, si, soy de esas románticas que adora esta estación del año. Y antes de que quede demasiado lejos el verano quiero hacer balance de los libros que se han incorporado a mi estantería estos dos últimos meses. E imagináis bien, estoy más que satisfecha. 


Algunos llegaron por azar como "Un secreto inconfesable", "Extraños en el tren nocturno" y "Fulgor", otros han sido maravilloso regalos de personitas que me conocen muy pero que muy bien, es el caso de "La chica del tren", "La pintora de estrellas" y "A flor de piel", y por supuesto, están los "caprichitos" que se da una. Por que sumergirse en un buen libro, es uno de los mayores placeres de la vida. Al fin llega a mi biblioteca todo un clásico de la literatura contemporánea, "Rayuela"; una joya de la editorial dÉpoca, "La princesa Tarakanova"; lo nuevo de Laura Norton "Gente que viene y bah" que tras leer "No culpes al Karma de lo que te pasa por gilipollas" no podía tardar muy en caer en mis manos, "Los diarios de Adán y Eva" con una cuidada edición de la editorial Impedimenta y "La metamorfosis" de Kafka, adquirido en la que fue la casa del escritor durante su estancia en Praga. Sin lugar a dudas, el mejor recuerdo que me pude traer de esta ciudad de cuento de hadas. 


Y vosotros... ¿Habéis disfrutado ya de alguno de estos? ¿Qué libro no tardareis en incorporar a vuestras estanterías?

lunes, 21 de septiembre de 2015

La ladrona de libros



Dulce. Entrañable. Apasionante. Desgarradora. Inolvidable. Sencillamente, magistral. La ladrona de libros de Markus Zusak es una de esas novelas imprescindibles que al menos, debes leer un vez en la vida. 


Resumen


En plena II Guerra Mundial, la pequeña Liesel hallará su salvación en la lectura. Una novela preciosa, tremendamente humana y emocionante, que describe las peripecias de una niña alemana de nueve años desde que es dada en adopción por su madre hasta el final de la guerra. Su nueva familia, gente sencilla y nada afecta al nazismo, le enseña a leer y a través de los libros Rudy logra distraerse durante los bombardeos y combatir la tristeza. Pero es el libro que ella misma está escribiendo el que finalmente le salvará la vida. 


Impresiones


Es muy difícil no sentirse identificada con la Ladrona de Libros. Esa pasión por los libros, esa necesidad de evasión eran tan familiares... Así que no me costó nada, pero nada, encariñarme con la protagonista, la pequeña Liesel. 

Lo primero que llama la atención de la novela es su narrador, la muerte. En primera persona, nos va relatando la historia de Liesel, una niña que es adoptada por una familia humilde con la que descubre el placer por la lectura. Y así mismo, nos va dando pequeñas pinceladas sobre los horrores de la guerra: el hambre, la falta de libertad, la muerte masiva injustificada... Además, la muerte nos irá relevando acontecimientos que sucederán en el futuro (lo que se conoce como prolepsis, un recurso literario opuesto a la analepsis, que narra hechos acontecidos en el pasado). Su tono es bastante cortante y frío, pero a veces deja a un lado la ironía y se vuelve mas cercana. 

La novela está ambienta en la Alemania Nazi, donde la quema de libros y otras obras de arte era un mecanismo de control habitual para el gobierno. Así, se garantizaban que nadie pudiese acceder a ideas contrarias al nazismo. Precisamente la pobre Liesel será testigo de una de estas quema de libros. Una atrocidad más de las muchas cometidas en la época. 

En las páginas de la Ladrona de libros habitan personajes de lo más entrañables. Hans, su padre de acogida, es un pintor de brocha gorda y aficionado a la música. Un hombre honorable, con gran corazón. Paciente y dulce con Liesel, es totalmente contrapuesto a  su mujer, Rosa, que parece estar eternamente enfadada, es estricta y exigente. Rudy, su mejor amigo de la escuela, es un chico con el cabello color limón obsesionado con Jesse Owens, un atleta de origen afroamericano. Por su parte, Max, su eterno acompañante en la sombras, es un judío con el que comparte la pasión por la lectura. Y la enigmática mujer del alcalde, con su fascinante biblioteca... 

Con una prosa ágil y desgarradora, un narrador exquisito y unos personajes entrañables... no podemos más que dejar a esta novela de Markus Zusak que se cuele a nuestro corazón, para instalarse cómodamente en él hasta el fin de los tiempos. 

"De verdad, puedo ser alegre. Amable, agradable, afable... Y eso sólo son las palabras que empiezan por "a". Pero no me pidas que sea simpática, la simpatía no va conmigo"

martes, 15 de septiembre de 2015

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas


Seguro que habéis oído hablar de este libro. La mayoría ya lo habréis disfrutado. Y los que no... ¡¡Estáis tardando!! Y es que con No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas de Laura Norton las risas están garantizadas.


Resumen

Si estás leyendo estas líneas  es que te ha llamado la atención el título. ¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.

Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa,  para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy  maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos...

Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que  su piso se convierte en una especie de camarote de los  hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que  lleva mucho tiempo sin ver...

Pero mejor no te lo contamos porque te gustará  leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.


Impresiones

Con una portada colorista y un título de lo más sugerente difícilmente puede pasar desapercibida esta historia de Laura Norton. La madrileña Sara Escribano es una joven licenciada en químicas que un día decide cumplir su sueño: ser plumista. Esta pasión por las plumas le viene por su abuela paterna y es precisamente en su antiguo taller de confección en el popular barrio de Malasaña donde ella decide instalarse. Allí dará rienda suelta a su creatividad realizando todo tipo de complementos decorados con exóticas plumas. 

Hasta aquí todo parece idílico. Lo que no se espera Sara es que su mundo está a punto de ser sacudido sin compasión. Giros inesperados que trastocan sus planes constantemente llevándola por derroteros que nunca imaginaría. Y así es como su vida se convierte en un caos, con un negocio que no termina de arrancar, una relación sentimental a distancia que cada día se enfría más, el amor de su adolescencia a punto de casarse con su hermana pequeña  y el divorcio de unos padres con treinta años de matrimonio a sus espaldas. ¿Quién puede mantener una estabilidad emocional con estas circunstancias?

Y es entonces cuando se suceden las situaciones absurdas, los diálogos cómicos y las revelaciones internas de lo más inspiradoras. Es el momento de dejarse llevar y disfrutar de esta alocada historia. 

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas os puede parecer una comedia de enredo del montón. O al menos tiene todos los ingredientes que se requieren para ello. Pero la narrativa de Laura Norton es magistral. Vamos, lo que viene siendo una historia sencilla pero contada de maravilla. Sin lugar a dudas, el punto fuerte de la novela. 

En cuanto al elenco de personajes prestad especial atención a los padres de Sara, Arturo y Berta, cuyos diálogo no tienen desperdicio. Y su hermana Lú, tan sincera como egoista, pero nadie le puede negar ser la más modernas entre las modernas de Madrid. También son muy divertidas las escenas protagonizadas con sus amigos, David, Chusa e Inma.  Y se podría haber sacado algo más de partido a los personajes de Roberto y Aarón, novio de Sara y prometido de Lú, respectivamente. Quizás el punto flojo de la novela sea su final, predecible desde el principio y al que se llega con prisas, sin dar tiempo al lector de saborealo. 


En definitiva, No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es una novela adictiva, narrada con un toque desenfadado de lo más carismático. Una comedia romántica disparatada que seguro os saca más de una sonrisa. 


"That´s bad karma-Que mal karma ni que mal karma, yo, que soy gilipollas, que tenia que haber leído el cartelito de que había una cabra. Pero es lo que me pasa siempre, que soy gilipollas"




lunes, 7 de septiembre de 2015

La chica del tren




Dicen que ha sido el fenómeno literario del verano y motivos no le faltan. La chica del tren de Paula Hawkins ha llegado a España avalada con un gran éxito comercial. El thriller se ha publicado ya en más de 30 países, vendiéndose más de cinco millones de copias. Como dato curioso, sólo en Estados Unidos ha llegado a vender un ejemplar cada seis segundos. Nunca se ha vendido tan rápido un libro. Por ello, no es de extrañar que los estudios Dreamworks ya hayan adquirido los derechos para llevar la novela a la gran pantalla. Todo un éxito de ventas. ¿Pero lo merece realmente?


Resumen

¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí. Rachel toma siempre el tren de las 8.04h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece? Tú no la conoces. Ella a ti, sí. 


Impresiones

Rachel es una treintañera que sufre una fuerte crisis personal. Está en paro, vive con su amiga a las afueras de Londres desde que su ex marido la abandonó y tiene un grave problema con la bebida. Cada mañana, coge el mismo tren, el de las 8.04, tal y como hacía cuando tenía trabajo pues no se atreve a desvelar su trágica situación. Y mientras tanto, Tom, su ex, vive una vida de ensueño. Sigue viviendo en la casa donde vivía con ella, pero ahora lo hace con su nueva esposa y su bebe. Desde el tren se puede ver la casa, pero es demasiado doloroso. Aún no ha superado la ruptura amorosa así que se distrae fantaseando con la vida perfecta de una pareja que vive en esa misma calle. Pero un día, ve algo raro y comienza a obsesionarse hasta el punto caer en la paranoia. Megan ha desaparecido y Rachael decide comenzar su propia investigación de los hechos. 

Tres personajes se convierten en los narradores de la historia. Mientras relatan los hechos, van desnudando su alma al lector, mostrándole sus sentimientos, sus secretos más sombríos. Este recurso facilita la conexión con los personajes, parecen cercanos, más reales. Llegas a comprender por que actúan de determinada forma pero no les coges especialmente cariño a ninguno. Aún así, no puedo negar que todos los personajes están muy bien perfilados. 

El punto fuerte de ester thriller psicológico es su estructura. Paula Hawkins usa pistas falsas que hacen que las intuiciones del lector se desvíen de un personaje a otro, manteniendo la expectación hasta el ansiado desenlace. Nada es lo que parece y es precisamente este juego de la autora con el lector lo más admirable. Pero la novela no llega a ser tan adictiva como la presentan. Hay tramos bastantes lentos, en los que apenas sucede nada trascendental y tampoco se desarrollan tramas secundarias de interés. Aunque también es cierto que es una novela que va in crescendo y en la que la autora consigue recrear algunas atmósferas asfixiantes, como se espera de un buen thriller. Pero dista mucho de ser la novela del siglo. Así que me permito daros un consejo: dejen a un lado cualquier tipo de expectativa y disfrútenla. Sin más. 

"La vida no es un párrafo y la muerte no es un paréntesis"

martes, 1 de septiembre de 2015

La Templanza



La Templaza es la nueva novela de María Dueñas. La autora de "El tiempo entre costuras" y "Misión Olvido" nos relata en esta ocasión una historia de esplendor y decadencia,  secretos, superación personal, amor e intrigas familiares.



Resumen

Nada hacía suponer a Mauro Larrea que la fortuna que levantó tras años de tesón y arrojo se le derrumbarían con un estrepitoso revés. Ahogado por las deudas y la incertidumbre, apuesta sus últimos recursos en una temeraria jugada que abre ante él la oportunidad de resurgir. Hasta que la perturbadora Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, entra en su vida envuelta en claroscuros para arrastrarle a un porvenir que jamás sospechó. De la joven república mexicana a la espléndida Habana colonia; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. Por todos estos escenarios transita La Templaza, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familias, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. Una historia de coraje ante las adversidades y de un destino alterado para siempre por la fuerza de una pasión. Sólo las grandes historias despiertan grandes emociones. 


Impresiones

Por primera vez en la trayectoria profesional de María Dueñas, el protagonista de la novela es un personaje masculino. Mauro Larrea no es un hombre cualquiera, es maduro y experimentado y ha sabido resurgir de sus propias cenizas con fuerza y determinación cuando ha sido necesario. Es el prototipo del indiano de la época, ya que huyó a las Indias buscando un futuro mejor para su familia y lo consiguió con creces. La novela está ambientada en la segunda mitad del siglo XIX.

Como viene siendo habitual, María Dueñas configura un elenco de personajes de lo más interesante. Mauro Larrea, un hombre que aguanta los embistes de la vida con gran dignidad. Elías Andrade, apoderado del protagonista que ejerce como su consciencia en la distancia. Su hija Mariana, tan dulce como inteligente; Carola Gorostiza, capaz de cualquier cosa por conseguir sus objetivos o la enigmática Soledad Montalvo.  

Tres escenarios distintos: Nuevo México, donde Mauro Larrea consigue hacer fortuna dedicándose al negocio de la minería (perro por caprichos del destino, uno de sus negocios falla y todo lo que ha conseguido con gran esfuerzo se esfuma sin previo aviso). Cuba, donde se reconcilia con el azar y finalmente Jerez de la Frontera, tierra de vinos, de esperanza. Y en todos hay algo en común, el rigor histórico en su ambientación. 

Y una vez más, se respira el exquisito gusto de María Dueñas, con una prosa cuidada y elegante, en cada una de las páginas. Su estilo vuelve a ser ágil y fluido. Magistral. 

Sin embargo, el ritmo de la novela es bastante lento, y la historia poco adictiva. Los giros "inesperados" son más que predecibles, tienes la sensación de que pronto arrancará la historia hasta que te das cuenta de que nunca lo hará y pierdes el interés en la novela. Pese a ser todo un éxito de ventas a La Templanza le falta frescura. 

Personalmente, creo que es una novela fría. No llegas a conectar con los personajes ni sus sentimientos. Aunque tiene cosas interesantes, como la bella descripción que hace de la ciudad de Cádiz, el trabajo de documentación exhaustivo o la cuidada edición, cuya portada es una autentica delicia, no es una novela que recomendaría. Quizás esperaba otra obra sublime como "El tiempo entre costuras", de esas que los personajes parecen traspasar el papel...  y lo que me he encontrado sea más bien una novela correctamente escrita, pero que no provoca ese vuelco en el corazón que te desgarra, que te cautiva. 


"Los vientos inesperados nos impulsan a emprender unas veces el camino de ida y otras el camino de vuelta y a menudo no vale la pena nadar contra corriente"